miércoles, 30 de octubre de 2013

Después de escuchar las primeras sesiones de la conferencia Strange Fire...


En una entrada anterior compartí algunas impresiones personales sobre la conferencia Fuego Extraño (Strange Fire), llevada a cabo hace apenas una semana en los Estados Unidos. En esa entrada, comenté que esta conferencia (liderada por el pastor John MacArthur) me parecía importante, pertinente y necesaria para nuestros tiempos. Hablé también un poco sobre algunas reacciones y críticas previas y posteriores de otras personas, algunas de las cuales han sido tan severas como las mismas declaraciones de MacArthur sobre el movimiento carismático.

Ahora, después de haber escuchado las tres primeras sesiones de la conferencia, me gustaría abundar un poco más sobre el asunto y compartir algunas impresiones personales más (para un reporte más detallado sobre dicha plática puede consultar esta entrada del blog de Tim Challies, la cual alguien ha traducido al español en este otro enlace):

1. Una de las principales críticas dirigidas hacia la conferencia argumenta que ésta sólo busca producir división en la iglesia de Cristo. En realidad, no creo que pueda decirse algo más equivocado sobre el pastor John. A lo largo de los años, MacArthur ha demostrado el deseo de colaborar con otras personas e iglesias, aunque éstas no compartan su mismo punto de vista en todos los aspectos de doctrina. MacArthur muchas veces ha aceptado predicar en las conferencias del ministerio Ligonier, dirigido por el presbiteriano R. C. Sproul, quien al contrario de MacArthur, cree en el bautismo de infantes. MacArthur también se ha presentado en conferencias organizadas por John Piper y Desiring God. Aun más, el pastor John constantemente ha invitado a predicar en conferencias a personas continuacionistas como el mismo Piper y C. J. Mahaney (quien por varios años seguidos fue invitado a la conferencia Resolved), así como al "calvinista de cuatro puntos" Randy Alcorn. Creo que si alguien ha demostrado el deseo de trabajar con otros que piensan diferente a él, es el pastor MacArthur.

2. John MacArthur ha sido criticado de demostrar una actitud orgullosa y carente de amor hacia los demás. En lo personal, no creo que el pastor John tenga un pobre concepto de la caridad cristiana. Más bien, me parece que tiene un muy elevado concepto de la verdad bíblica (aunque no siempre esté en lo correcto en sus ideas), al grado de estar dispuesto a ser severamente criticado por señalar la falsedad (lo cual por cierto también debe requerir algo de humildad).

3. John MacArthur ha sido criticado de hacer un análisis exageradamente severo sobre el movimiento carismático. Sin embargo, a mi parecer; MacArthur utiliza las palabras adecuadas para describir los excesos y aberraciones de dicho movimiento. MacArthur llama blasfemas a una lista de supuestas "manifestaciones" que los carismáticos atribuyen al Espíritu Santo, como reir de manera incontrolable, rodar en el suelo, convulsionarse, actuar como una persona ebria, entre otros (agregue otras como el vomitar y hacer ruido de animales, que al pastor John le faltó mencionar). Me pregunto, ¿es exagerado y falto de amor llamar blasfemo el atribuir el origen de estas formas de comportamiento al Espíritu Santo? Me parece que no.

4. También se ha dicho que el panorama presentado por MacArthur sólo es un problema periférico al movimiento carismático, o que pertenece sólo a los sectores más "extremos" del carismatismo. Esto quizás pudiera ser cierto, pero no estoy seguro. Si bien muchos grupos carismáticos pudieran no son tan "extremos" como lo descrito arriba, la mayoría está plagado de otras muchas malas doctrinas y errores, como la creencia en maldiciones y pecados generacionales, que son transmitidos por herencia y en los apellidos, el evangelio de la prosperidad y la confesión positiva (puede encontrar un muy buen análisis de este error escrito por el misionero Roger Smalling), la ordenación de mujeres como pastores, un énfasis desmedido en los demonios y una mala compresión de la verdadera la guerra espiritual. La realidad es que los llamados "calvinistas reformados", así como las clásicas congregaciones pentecostales y las Asambleas de Dios (quienes suelen ser arminianos y/o Wesleyanos) son una minoría en el movimiento carismático.

5. Otra cosa que se ha dicho en contra de la conferencia, es que el criticar los errores del movimiento carismático es una tarea en la cual no vale la pena perder el tiempo. El carismático (reformado por cierto) Adrian Warnock ha dicho que si se dedicara a investigar y criticar todos los errores y contras en el movimiento carismático no tendría tiempo para nada más, por lo que prefiere invertir mejor su tiempo en observar lo bueno del movimiento. Con todo respeto para este hermano, pero no puedo imaginar una declaración menos pensada y que le dé toda la razón a la existencia de esta conferencia. Si ocuparse en estudiar y criticar los errores de los carismáticos es una tarea de tiempo completo, eso no puede significar otra cosa más que la realidad de que dicho movimiento está amplia y profundamente plagado de errores y problemas. Sólo basta sintonizar la T.V. en el canal Enlace para darse cuenta de ello. Tal panorama no demanda otra cosa sino ocuparse en defender la verdad de la Escritura y rescatar a millones de personas en error.

6. Por último, John MacArthur ha sido criticado por poner tanto a continuacionistas como a carismáticos (que me parece no son necesariamente lo mismo, dependiendo de cómo se defina "carismático") en un mismo lado de la balanza. Esta crítica me parece a lo mucho parcialmente correcta. MacArthur distingue adecuadamente entre ambos, procurando aclarar también que no piensa que todos los carismáticos son personas fraudulentas, sino que hay gente sincera y verdaderamente regenerada en el movimiento. Sin embargo, la constante alusión a gente como Benny Hinn, Paul Cain y Joel Osteen, pudiera hacer pensar que MacArthur cree que todos los carismáticos y continuacionistas son iguales a ellos, lo cual obviamente no es cierto.

En verdad recomiendo a todos los que me están leyendo a que dediquen un tiempo a escuchar (y de ser posible, estudiar) cada una de las sesiones de la conferencia. Hasta ahora, llevo cuatro de casi veinte de ellas. Recomiendo ampliamente la plática de R. C. Sproul sobre el verdadero significado del Pentecostés así como el testimonio personal de Joni. Quizás en una siguiente entrada hable sobre ellas.


jueves, 24 de octubre de 2013

Algunas primeras y vagas impresiones de la conferencia Strange Fire

En días recientes, la iglesia evangélica --particularmente en los E.U.A.-- ha puesto mucha atención al "debate" continuacionismo versus cesacionismo, principalmente debido a la conferencia titulada Fuego Extraño (Strange Fire), organizada por John MacArthur, pastor principal de la congregación Grace Community Church y líder de la organización Gracia a Vosotros (Grace to You).

En esta conferencia, MacArthur, junto con otros pastores y teólogos (como R. C. Sproul y Steven Lawson) expusieron bíblicamente y señalaron los errores, excesos y aberraciones que tristemente han plagado al sector de la iglesia evangélica conocida como "carismática". 

A continuación comparto algunas reflexiones personales acerca de lo que he observado de todo este asunto.

Personalmente, considero que ya era tiempo que alguien se pusiera de pie y dijera públicamente, con la Escritura en la mano: "Eso está mal". Pienso que la presente situación lo amerita. Es triste, pero los carismáticos han dejado de ser una minoría entre los evangélicos para quizás ser, en muchas regiones del mundo --como Latinoamérica-- sino una mayoría dominante un sector muy amplio de entre los llamados cristianos "protestantes". El fenómeno carismático y sus excesos ha contaminado incluso congregaciones evangélicas consideradas "tradicionales", como bautistas, presbiterianos y metodistas; encontrándose también entre católicos y sectas como los mormones.

Lo importante es que al hacer esta denuncia, MacArthur y compañía han puesto el dedo en una "herida" que muchos no habían querido atender. Dicho de otra manera, MacArthur se ha atrevido a hablar del tema que por mucho tiempo ha sido el "elefante en la sala" del que nadie había querido discutir, además de trazar claramente la línea: o crees que los dones y manifestaciones del Espíritu Santo que Dios concedió a la iglesia apostólica (como las lenguas, la profecía y los milagros) todavía están presentes y activos el día de hoy (es decir, tienes la postura continuacionista) o crees que estos dones tuvieron, en la voluntad de Dios, un propósito especial en esos tiempo por lo que ahora no están presentes (en otras palabras, eres un cesacionista).

En días anteriores al evento, así como durante la conferencia y posterior a ella, la reacción de los evangélicos ha sido diversa: varias personas no han parado de hablar del tema de la conferencia y de si esta era necesaria o no. Hay quienes se han manifestado a favor, otros en contra, algunos incluso de manera bastante animada. Otros, se han referido al asunto --a mi parecer-- de manera bastante tímida y vaga --quizás tratando de ser prudentes--, sin siquiera manifestar una postura propia definida. 

La gran mayoría --también a mi parecer-- ha guardado silencio. Me parece increible que, en el sitio de  una organización como La Coalición por el Evangelio, que tiene como asociados a muchos de los "carismáticos reformados" más reconocidos (como D. A. Carson, C. J. Mahaney, John Piper, entre otros), y que incluso en otras ocasiones han compartido púlpito y han predicado hombro a hombro con MacArthur, no se haya presentado nada sobre el asunto, a no ser por un par de breves entradas de blog.

Por otro lado, aunque muchos están dispuestos ha "catalogar" este asunto como uno secundario en importancia (i.e. que no compromete el Evangelio), al parecer es uno que no se puede tocar --al menos de la forma en que MacArthur lo hizo-- sin levantar tanto el ánimo. Ni siquiera diferencias como el modo de la aplicación del bautismo y a quienes se debe aplicar --al parecer-- genera tanta polaridad. Hermanos de ambas posturas han estado dispuestos ha debatir de manera fraternal y discutir abiertamente sobre el asunto.

Por último, me gustaría comentar que creo que, si hay algo que debemos admirar en MacArthur es su dispocisión a obedecer a Dios y defender la verdad de la Escritura, incluso si esa obediencia involucra levantarse en contra de la corriente o de la mayoría. Sin embargo, creo que el pastor John debe aprender ha definir claramente la diferencia entre error y herejía y tratar a sus hermanos en Cristo de esa manera. Me refiero a que, después de todo, un verdadero creyente puede serlo a pesar de tener errores en su entendimiendo de la enseñanza de la Escritura. Después de todo, como él mismo admitió en la mencionada conferencia, nadie es perfecto en su teología y él mismo tiene errores propios --como por ejemplo, ejem, ejem, en su dispensacionalismo--. Los demás que no están de acuerdo con él, tienen que aprender a tomar las cosas según de quien viene. Después de todo, el buen pastor John MacArthur nos tiene acostumbrados a las declaraciones que casi rayan en "fundamentalistas" en torno a otros temas en el que los creyentes tienen diferencias, como la duración de los días en el relato bíblico de la creación y la escatología. Así que no, por favor, nadie se alarme si en esta ocasión MacArthur vuelve a trazar en el suelo una línea y dice algo como "los que están de este lado están bien y los del otro no". Finalmente, si hay alguien que podemos respetar y que vale la pena prestar atención --aún si al inicio no estás de acuerdo-- es MacArthur, más aún considerando que en esta ocasión el hermano tiene de su lado a otros hermanos de la talla de Sproul y Joni Eareckson Tada.


miércoles, 23 de octubre de 2013

Tu vida no se desperdicia cuando Cristo es tu mayor tesoro.

Sermon Jam - Don't Waste your Life from Junior on Vimeo.

Este video lo vi por primera vez hace ya un par de años, pero aun hoy para mí su mensaje sigue resonando como un llamado a redirigir mi vida cada día hacia lo único que es en verdad importante y valioso: la gloria de Cristo. Todo el tiempo encuentro en mí la horrible tendencia a valorar cualquier otra cosa antes que a Cristo, ya sea el dinero, la comodidad o la familia y los amigos, así como la enorme necesidad de arrepentirme y volver a poner la mirada en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. 

A continuación incluyo una transcripción de lo que se dice en el video:

How does Paul make Christ look great? Answer: By experiencing Christ as such a treasure that everything else in his life is as nothing by comparison. I count everything: 
Money as loss,
Food as loss,
Looks as loss,
Friends as loss, 
Family as loss,
Job and success as loss,
Graduation as loss,
In comparison with the treasure that Christ has become for me.
How do you make look great in your life and thus not waste it? 
Money is given to you, so that you might use money in a way that shows money is not your treasure, Christ is!
Food is given to you, so that you might eat it in such a way that it will plain food is not your treasure, Christ is!
Friends, family, are given to you so that you might live with them in such a way that it will be plain to the world they are not your treasure, Christ is!
Computers, toys, houses, lands, cars, are given to you so that you might use them in such a way that it will be plain to the world these are not your treasure, Christ is!
You talk about lifestyle implications: wartime living. The way we display the supreme worth of Jesus is by treasuring Him above all things and then making choices which make the joy we have in His supreme worth manifest.
Get it… Get it… And if He is not that for you tonight, if He’s not that treasure for you, pray -all night if you have too- that your heart will be so changed that you would now treasure Jesus above everything in your life.

jueves, 3 de octubre de 2013

Masculinidad Bíblica: Implicaciones Prácticas del Liderazgo (Apéndice)

Unas palabras finales para las mujeres


Antes de concluir, quisiera dirigir unas palabras hacia las mujeres. Aunque mi intención en este documento era hablar hacia los varones principalmente, espero que ustedes también hayan podido leerlo todo. Dado que el matrimonio consiste de la unión entre el hombre y la mujer, entonces para que el hogar y la familia prospere espiritualmente, es necesario que tanto el esposo como la esposa sigan el rol que les ha sido asignado por Dios. Es cierto, la responsabilidad es del varón y la iniciativa debe venir por parte él, pero un matrimonio que glorifica a Dios requiere la participación de ambos.

Creo yo que no me equivoco al asumir que todos deseamos un matrimonio maravilloso. Creo que es seguro decir que todos anhelamos cercanía, afecto, compañerismo e intimidad. Pero lo que he intentado decirles durante las últimas semanas, es que tal cosa será siempre un espejismo en el horizonte a no ser que en nuestros corazones resolvamos de una vez por todas, que la única manera en que dos pecadores pueden lograr tal bendición sobre la tierra es siguiendo el diseño que ha descendido a nosotros desde el cielo. 79

Tal diseño, en el caso del varón, es ser cabeza de la mujer, representando el papel de Cristo en relación con la Iglesia. En el caso de la mujer, el orden establecido por Dios es representar a la Iglesia en su relación con su Salvador. La instrucción del apóstol Pablo para las mujeres en este caso es:

Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. (Efesios 5:22-24)  

En el diseño dado por Dios, la esposa debe estar sujeta a su marido en todo. La palabra que se utiliza para describir esta sujeción es sumisión. Y aquí es donde empezamos a confrontar la verdad de la Palabra de Dios con las mentiras y distorsiones de nuestra cultura.

En nuestra cultura, la sumisión no es vista como algo digno y honroso, sino como humillante, degradante y servil. Además, la sumisión se entiende como una respuesta forzada o impuesta a la mujer por medio de una actitud dominante, subyugante y grosera por parte del varón. En el mundo, se piensa de la sumisión como la actitud que alguien toma cuando menosprecia o no hace notar su propio valor, sus dones y capacidades. Este entendimiento de la sumisión no puede estar más alejado de la verdad bíblica.

Al discutir sobre la masculinidad bíblica, pudimos contemplar algunos destellos de la perspectiva bíblica de la sumisión por parte de la esposa. Vimos que la sumisión no degrada a la mujer, sino que la dignifica y le proporciona la debida honra a los ojos de su marido. La Biblia enseña acerca del amor entrañable de Dios hacia Su pueblo. Por lo tanto, ni el varón ni la mujer deben entender la sumisión de la esposa como algo que hace de ella un cero a la izquierda en la dirección del hogar. Más bien, es el bienestar de ella, su más grande bien; el que se persigue en el liderazgo del varón, por lo que la opinión de la esposa, su perspectiva de las cosas y sus sentimientos son de lo más importante a considerar dentro del ejercicio del liderazgo masculino.

Por otro lado, vimos también que la sumisión de la esposa no debe ser forzada o coaccionada por parte del esposo. En un sentido, Cristo compró la sumisión de la Iglesia y el precio que pagó fue Su propia sangre. Dios redimió para sí un pueblo que le sea fiel. La Palabra dice que “el amor de Cristo nos constriñe” (2 Corintios 5:14) y produce en nosotros una respuesta adecuada de amor y obediencia. Todo esto nos dice que la sumisión de la mujer no se logra a base de amenazas y por medio de un trato duro y despectivo, sino por medio de un amor sacrificial. Cuando la mujer se siente amada y protegida, cuando entiende que lo que su marido hace es en busca de su bienestar, la sumisión debería fluir de su corazón como una respuesta adecuada y que corresponde al amor de su esposo.

En pocas palabras, estamos diciendo que la sumisión por parte de la esposa es una actitud voluntaria del corazón. Es decir, la verdadera sumisión es una actitud interna, no externa.

La sumisión no es servil o forzada o amilanada… Él quiere que la sumisión de la Iglesia sea libre. Dispuesta, alegre, perfeccionadora y fortalecedora. 80

Por último, la sumisión no implica una total pasividad por parte de la esposa, sino un ejercer (guiado, conducido y liderado por el varón) de los dones y capacidades que Dios le ha dado en Su gracia.

Después de haber dicho lo anterior, podemos definir la sumisión de la esposa de la siguiente manera:

La sumisión es el llamado divino de una esposa a honrar y afirmar el liderazgo de su esposo y ayudar a que se lleve a cabo de acuerdo a los dones que ella tiene. 81

Esto significa que el propósito de la sumisión de la esposa es ayudar al marido a ejercer su liderazgo para la gloria de Dios. Esto tiene varias implicaciones para la mujer, que depende de si es soltera o casada. 

Primero, si es una mujer soltera, sepa que éste aspecto de la sumisión no aplica directamente para usted. Recuerde, Pablo le está hablando a las esposas. El llamado que la Escritura hace a esta clase de sumisión no significa que todas las mujeres cristianas se deben someter a todos los varones cristianos.

Sin embargo, al menos que esté convencida de que Dios le ha llamado a permanecer soltera para Su gloria, entonces debe contemplar que este es un llamado también para usted y que debe tener seriamente en consideración al momento de decir “sí, acepto” a un varón. 

Una de las principales preguntas que se debe rigurosamente hacer a sí misma en anticipación del matrimonio, en anticipación de unirse con un hombre en particular es: “¿Es éste el hombre a cuyo liderazgo estoy preparada para sujetarme por el resto de mi vida?” Tus amigos no pueden responder esta pregunta por ti. Un pastor no puede responder esa pregunta por ti. ¡La verdad del asunto es que ni siquiera tus padres pueden responder esa pregunta por ti! Quiero recordarles a todas, amadas, que este asunto de la sumisión es una sumisión voluntaria y auto-iniciada…
Esta es la pregunta decisiva que sólo ustedes deben responder, queridas hermanas: “¿Es éste el hombre cuyo liderazgo estoy preparada para sujetarme por el resto de mi vida?” Es decir, “Me gusta su apariencia”, “me gusta la cantidad de dinero que gana”, “a él le gusta salir, a mí me gusta salir, a él le gusta leer, a mí me gusta leer”, pero ¿puedo respetar como ser humano lo suficiente a este hombre para sujetarme a él por el resto de mis días? 
Esto puede aterrorizar a algunos de los varones que se encuentran en este lugar, pero nuestras hermanas necesitan escucharlo. Quiero recordarles hermanas que sólo porque a un hombre se le ha dado el oficio de liderar, y la autoridad para liderar, no significa que él inherentemente posee la habilidad para liderar, ya sea espiritual, intelectual o cualquier otra. A un hombre se le puede haber otorgado dicha autoridad, tal estación, pero él puede ser incompetente como un líder. “¿Es éste aquel a quien me quiero sujetar por el resto de mis días?” Me parece que esa sería la primera pregunta en mi lista.
Un antiguo puritano le dijo a las esposas cristianas: “Si vas a tener la administración del barco, asegúrate que no se coloque a un tonto en el timón”. Es como cuando el caballero medieval le dijo a Indiana Jones mientras éste contemplaba todos esos vasos, preguntándose cuál era el Santo Grial: “DEBES ESCOGER SABIAMENTE”. Porque las consecuencias de escoger pobremente son desastrosas.
Doug Wilson trata esta idea creo yo de una manera reveladora. Escuchen lo que él dice:
“La Biblia no requiere la sumisión de las mujeres hacia los hombres, sino más bien de una mujer a un hombre. La sumisión de una mujer a un hombre, lejos de hacerla sujeta a todos los demás hombres, la protege de cualquier obligación para con otro varón. Las mujeres no fueron creadas para responder y someterse simplemente a cualquiera, por lo que una mujer piadosa limitará su rango de opciones. Si ella entiende la Biblia, sabe que ha sido creada para depender y responder a un hombre. Ahora bien, mientras más Dios ha hecho por ella y le ha dado a ella, más selectiva ella debe ser. Mientras más excelente sea una mujer, más selectiva ella debe ser…
Una mujer piadosa no disminuirá sus estándares. Casarse con un hombre que carece de la fortaleza intelectual o espiritual para ser el líder del hogar está simplemente buscando problemas. A Abigail no le fue bien con Nabal”.
Vayan a casa y lean esta tarde esa historia. Mientras más dones tenga una mujer, más estrecho es su enfoque. Ella necesita limitar su rango de opciones. Puede que no les guste, pero es un consejo sobremanera práctico, amados. 82

Si la sumisión es una actitud voluntaria, entonces toda mujer que está contemplando el matrimonio debiera preguntarse si su pretendiente es la clase de varón a la que está dispuesta a someterse voluntariamente.

Para las mujeres casadas, debido a que la sumisión es una actitud del corazón, es importante la manera en que procuran ayudar a su marido a ejercer el liderazgo:

Ustedes no pueden exigir que sus esposos asuman el liderazgo. Exigir se contradice con aquello que usted anhela. Es impropio. Si usted se convierte en la que exige, él no es el líder… Tiene que provenir del interior de él traído por la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios. 
Por lo tanto, en lugar de exigir: 1) Ore de todo corazón por él para que Dios le haga tomar conciencia de su verdadera hombría. 2) Cuando no esté cansada ni enojada, pídale que le dé un momento para hablar de los deseos de su corazón. Cuando exprese sus anhelos, hágalo sin que suene como un ultimátum y con un sentido de esperanza fundamentada en Dios, no en el hombre. Exprese aprecio y honra por cualquier modo en que él muestre su liderazgo. 83

Por último, el llamado a la sumisión no es un llamado que dependa de si el esposo es un buen líder o no. Así como el varón tiene el llamado de amar a su esposa a pesar de sus imperfecciones, a lo cual no puede renunciar; la mujer también es llamada a sujetarse a su marido a pesar de sus carencias como cabeza del hogar.

¿Por qué una esposa cristiana debería someterse a su esposo? Porque el hecho es que algunas esposas son por mucho más inteligentes que sus esposos. Algunas de las esposas aquí son infinitamente más talentosas que sus esposos. Algunas de las esposas aquí son mucho más bíblicamente informadas y espiritualmente sensibles que sus esposos. Algunas de las esposas aquí poseen habilidades para el liderazgo de manera más instintiva que sus esposos…
Así que eso clama por la pregunta, hermanos: ¿Por qué una esposa cristiana se debe someter a su marido? La motivación más enorme y significativa de todas, queridas hermanas, ¡es la motivación que viene de entender que esta es una expresión de obediencia a su salvador!
Una de las escenas más maravillosas y conmovedoras en esta vida es observar a una mujer de dones infinitamente más grandes responder humildemente al liderazgo de un marido claramente inferior y hacerlo de una forma que no es condescendiente, ni amargada ni manipuladora. ¡Tal cosa es tan distintivamente cristiana! Verán, es reflejar a Jesucristo mismo, quien consideró Su igualdad con Dios no como algo que pudiera explotarse a costa de otras personas, sino que tomó el rol del sumiso. Es ahí, mis amigos, que la sumisión se ve en su despliegue más bello y sublime. Y saben, cada vez que una mujer cristiana multi-talentosa emula a su Salvador respondiendo en sumisión a un marido sobremanera promedio, nos encontramos en la contemplación de una escena que es casi tan bella. 
La sumisión de parte de la esposa cristiana es motivada por una fidelidad última a Jesucristo y queridos amigos, por favor entiendan que cualquier forma de hablar sobre la sumisión que esté divorciada de éste énfasis es hacer un llamado a un tipo de sumisión que es algo menos que cristiana. 84

Hermanas, recuerden que el propósito último del matrimonio es para la gloria de Dios, por lo que la motivación correcta para la sumisión es el deseo de desplegar la gloria de Dios en el evangelio, y no la calidad de liderazgo de su esposo. Y por ello, la sumisión también se puede vivir sólo conservando el evangelio de Jesucristo en el centro de todo:

Él [Cristo], quien posee igual dignidad con el Padre, pero que en sumisión a Él se hizo a Sí mismo como nada, es el ejemplo perfecto para la esposa cristiana. Jesús es siempre el modelo y la motivación… Es esto, al menos en parte, lo que define a un matrimonio como distintivamente cristiano. 85

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79. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

80. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), pg. 70.

81. Ibíd., pg. 77.

82. Arturo Azurdia. “Wives: The Response Of The Church – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

83. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), pg. 80

84. Arturo Azurdia. “Wives: The Response Of The Church – Part 2”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

85. Arturo Azurdia. “Wives: The Response Of The Church – Part 1”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com


Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7