lunes, 22 de marzo de 2010

¿Noviazgo entre un creyente y un incrédulo?

Hace poco más de una semana, formé parte de una clase que discutió (a manera de ejemplo) el caso del noviazgo entre un creyente y un incrédulo. El punto que el pastor y maestro de la clase nos quería enseñar era cómo el pecado es tan engañoso, que buscamos justificar nuestros pecados, basándonos en nuestra experiencia para descartar lo que la Palabra de Dios nos enseña. La idea era más o menos clara: La Biblia evidentemente nos prohibe tener cualquier clase de relación (en este caso particular, un noviazgo) con incrédulos que influya sobre nosotros de manera tal que estemos comprometiendo nuestra fe y lealtad a Cristo.

Independientemente de lo que uno pueda pensar acerca del "noviazgo" (ya que esta entrada no trata acerca del asunto del noviazgo mundano versus el cortejo bíblico), creo que la enseñanza de la Biblia es clara: "no os unáis en yugo desigual con los incrédulos". (2 Corintios 6:14) Esto involucra tanto matrimonio como noviazgo. Punto. No deberíamos argumentar más. A la persona que está considerando tener un noviazgo o casarse con otra persona no creyente, se le debería exhortar, animar (y en determinadas circunstancias, disciplinar) a no hacerlo y orar por que ella pueda ver con claridad el asunto y seguir por fe a Dios.

Pero nuestro corazón es tan duro, que siempre buscamos justificar nuestras malas obras delante de Dios. Más de una persona hizo el comentario o pregunta: "Pero pastor, ¿no cree que es posible que esa persona se pueda llegar a convertir por la influencia de su pareja creyente? ¿Por qué limitar esa posibilidad? ¡Incluso, a veces resulta que aquel que no era creyente se convierte y vive en mayor piedad que su pareja!"

Yo me hago las siguiente preguntas: ¿Podemos argumentarle a Dios? ¿Será que Dios no pensó en ello? ¿Será que Dios no se ha dado cuenta que un alma se le podría escapar del cielo, sólo por ser tan exigente con sus estándares?

Es triste que siquiera podamos pensar que esas preguntas son válidas o legítimas ante un Dios que es perfecto en santidad y pureza. Dios no es como nosotros. Dios no tolera el pecado como nosotros, que toleramos cualquier mal mientras nos convenga.

¿Qué nos hace falta? Ver el grado de maldad, rebelión y ofensa que el pecado involucra. El pecado es infinitamente malo y perverso delante de Dios. No importa si al final trae algo "bueno".

Quisiera compartir las siguientes palabras del puritano Ralph Venning, tomadas del libro Lo pecaminoso del pecado (lo resaltado en negrita es mío):

(2) Dios no nos permitirá cometer maldad para que venga el bien

Sin importar que tan grata y buena sea una cosa para Dios, con todo, Él no nos permitirá cometer la mínima maldad por el más grande bien. Vemos con cuanto enojo y con cuanta indignación el apóstol habla en contra de aquellos que dicen lo contrario (Romanos 3:8). En verdad, es una doctrina detestable enseñar que podemos hacer lo malo por un buen fin, o para que de ello pueda venir algo bueno....

I. No debemos hacer lo malo para que venga un bien a nosotros mismo.... Dios no está en contra de que un hombre sea rico, solo que no permitirá que los hombres se enriquezcan por el pecado (Jeremías 17:11). Dios no está en contra del placer del hombre mientras que éste no se logre desagradándole o deshonrándole...

2. No debemos hacer lo malo para que venga el bien a otros.... Cuando alguien le preguntó a San Agustín si él sería capaz de decir una mentira por el bien de su vecino, él contestó: Oh, no, no debes mentir ni para salvar el mundo. Hay tal maldad en el pecado y es tan contrario a Dios, que no debe hacerse por ningún bien.

3. Dios no nos permite pecar ni siquiera si profesamos hacerlo para Su gloria. El pecado nunca puede glorificar directamente a Dios, y aunque Él sabe cómo sacar lo bueno de lo malo, con todo el no desea que pequemos por Él. Él no nos necesita, mucho menos nuestro pecado... Cuando Saúl excusó su pecado bajo la pretención de un sacrificio, fue llamado rebelión y equiparado con adivinación, una cosa de lo más abominable (1 Samuel 15).


Dios no necesita de un noviazgo ilícito para alcanzar y salvar personas. Dios no necesita que le ayudemos a traer personas a la iglesia. Mucho menos por medios ilícitos. El problema está en que no percibimos el serio problema y lo profundamente abominable que es el pecado para Dios. Si lo comprendiéramos, ni siquiera nos atreveríamos a sugerir que se cometa, ya que al final, puede resultar algo bueno.

Que Dios nos conceda los ojos para ver la profundidad de nuestra maldad, para que podamos alcanzar la profundidad de Su amor y de la redención.

2 comentarios:

  1. muy duro el dice que el amor cubre multitud de pecados y que se puede salvar un alma de la muerte el lo dice en su palabra pienso que es mejor iniciar una amistad que encaminarse a un noviazgo con incredulo porque por medio de la amistad podemos ganar un hijo para Dios y un novio o novia creyente

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  2. Hola:

    Muchas gracias por tu comentario, aunque no alcanzo a comprenderlo del todo. Nada más me gustaría decir que la frase: "pienso que es mejor iniciar una amistad que encaminarse a un noviazgo con [un] incredulo" debería cambiarse por la siguiente, que, aunque semejante, su significado es completamente diferente:

    "pienso que es LO CORRECTO/LO QUE AGRADA A DIOS/LO QUE GLORIFICA A DIOS (puede poner cualquiera) iniciar una amistad que encaminarse a un noviazgo con [un] incredulo"

    Cuando se habla de que un creyente tenga o no un "noviazgo" con un no creyente, la Biblia no presenta dos opciones: la aceptable (tener el noviazgo) y la mejor (no tener el noviazgo). En realidad, presenta sólo una opción: la única que honra a Dios (no tener el noviazgo).

    Saludos

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Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7