martes, 22 de septiembre de 2009

Dios es nuestro todo en todo

Tengo todo en todo por toda la eternidad, cuando llamo a Dios mi Padre.

"¡Padre!"

¡Aquel que pueda susurrar dicha palabra sobre sus rodillas ha pronunciado más elocuencia de la que Demóstenes o Cicerón alguna vez conocieron!

¡Abba, Padre! ¡Aquel que puede decir eso, ha pronunciado mejor múscia de la que el queribín y el serafín pueden alcanzar!

¡Abba, Padre! ¡El cielo se encuentra en la profundidad de esa palabra!

"¡Padre!"

¡Ahí está todo lo que necesito!
¡Todo lo que puedo pedir!
¡Todo lo que mis necesidades pueden demandar!
¡Todo lo que mis deseos pueden idear!

"¡Padre!"

C. H. Spurgeon. Tomado del sitio Grace Gems.

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Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7