martes, 6 de octubre de 2009

¿De qué depende el éxito de la predicación? (Parte 2)

Espero con esta entrada concluir mis comentarios sobre el planteamiento que el movimiento "Liderazgo Emergente" hace acerca de cómo debe ser la forma de comunicar de manera efectiva la Palabra de Dios en la actualidad. En la anterior entrada hablé de algunos aspectos que me parecían adecuados. Ahora me permitiré decir lo que considero incompatible (en menor o mayor medida) con lo que la Palabra de Dios enseña.

1. Primero, con sus palabras, el director de "Liderazgo Emergente" parece dar entender que la relevancia de lo que se predica radica de manera subjetiva en los que están escuchando y no de manera objetiva en el mensaje mismo. Dicho con otras palabras, el mensaje es relevante de acuerdo a la forma en que se presenta, y no en el contenido. Una implicación es que el predicador prepara un mensaje relevante si "logra entender a quién se le llevará el mensaje" y logra presentarlo en el formato en el que su auditorio logra captarlo.

Pero, ¿qué es lo que le da relevancia al mensaje que queremos transmitir? ¿Es acaso el formato en que está presentado? Por supuesto que no. El mensaje del predicador es relevante porque se está exponiendo la Palabra inspirada e infalible de Dios. ¿Qué puede ser más relevante (es decir, importante o significativo) que lo que Dios dice acerca de Él, acerca del hombre, del pecado y de la salvación?

2. El pensamiento emergente parece dar a entender que el problema principal en la comunicación efectiva del evangelio radica en una barrera cultural formada por la manera de ser y de aprender que ha desarrollado la cultura actual. En contraste, la Palabra de Dios enseña que el problema principal radica en que el hombre es pecador y eso lo incapacita para entender el evangelio de forma salvadora, sin importar la forma en que éste se le exponga:

"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" 1 Corintios 2:14

"Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" 2 Corintios 4:4

3. El pensamiento emergente cae en el pragmatismo a la hora de intentar de resolver la problemática de la comunicación efectiva, y parece restarle importancia a la obra del Espíritu Santo para poner convicción de la verdad en los corazones de los que escuchan. Como ya comenté, parece que para ellos, lo más importante es la forma en la que se presenta. el mensaje Según su pensamiento, con las técnicas y herramientas adecuadas para esta generación, tenemos suficiente para comunicar el mensaje del evangelio.

De manera personal, creo que esto es lo más triste del pensamiento emergente. En ninguna parte de la nota, y en ninguna parte de su sitio web, parecen darle importancia al contenido del mensaje. He revisado rápidamente los artículos de su página, y en ninguno citan la Escritura como respaldo de su movimiento y propuesta de "cambio de paradigma". Sólo hay términos que más parecen sacados de un libro de psicología que de teología, así como citas de personas de las cuales han recibido su modelo conceptual y la idea de un "cambio de paradigma".

En vano intenté también encontrar en su página una declaración específica de fe. Sólo presentan el termino vago (y post moderno) de "Nuestro Valores". Pareciera ser que en el mensaje que ellos quieren transmitir, la Palabra de Dios es secundaria.

4. Por último, el movimiento emergente parece estar basado en el concepto de tener que adaptarse al mundo y a la cultura con tal de lograr el fin "de alcanzar a los perdidos". Ellos proponen que, como a la generación actual le gusta tanto el Internet como las presentaciones audiovisuales (significado de la frase "pensamiento mosaico") eso es precisamente lo que les tenemos que dar. Ellos proponen que, como la generación actual es "anárquica" (es decir, no quieren tener autoridad sobre ellos), entonces no debe haber una persona de pie enfrente de ellos exponiendo con autoridad la Palabra de Dios. Más bien, debes sentarte junto a ellos, platicar con ellos y darles la oportunidad de expresar sus ideas.

Sin embargo, la Palabra de Dios nos da un ejemplo de todo lo contrario. En su primera epístola a los corintios, el apóstol Pablo les hace ver su error en exaltar demasiado la forma de pensar de su cultura, en la que la filosofía, la argumentación, la retórica, los discursos impresionantes era lo que la gente estaba acostumbrada a oír. Si no era presentado de esta forma, los griegos simplemente no le prestaban atención. Pero Pablo les dice que de manera intencional él no fue a ellos de la manera que ellos esperaban y deseaban. Pablo se rehusó a acomodarse a la forma en la que la "sabiduría del mundo" demandaba que el mensaje se presentara. Más bien reposó sobre el poder y sabiduría del Espíritu Santo:

"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" 1 Corintios 2:1-5

¿En qué radica el poder de Dios para predicar a Cristo crucificado? ¿En el Espíritu Santo? ¿O en la forma en que la sabiduría de este mundo demanda que el mensaje sea transmitido? Para terminar, quisiera presentarles una cita del pastor Mark Dever, que contrastan totalmente con las frases "emergentes" reportadas en la nota del diario:

"Algunas personas sugieren que hoy necesitamos una forma de comunicar la Palabra de Dios menos racional, más artística, menos autoritaria y elitista y más participativa que el método antiguo de tener una persona parada enfrente, hablando un monólogo para otros. Necesitamos videoclips, dicen ellos, y diálogos y danza litúrgica. Y aun así hay algo correcto y bueno con este método antiguo, algo que lo hace apropiado, quizá aún mas especialmente apropiado para nuestra cultura de hoy. En nuestra cultura subjetivista y aislante, donde cada uno simplemente está a cargo de sus propias cosas, en esta cultura de anti-autoridad, donde cada uno está confundido y confundiendo, hay algo apropiado acerca de reunirnos juntos y escuchar a uno que está enfrente tomando el lugar de Dios dándonos Su Palabra, mientras nosotros no contribuimos a esto más que oyendo y prestando atención. Hay un simbolismo importante en este proceso y acerca del mismo" (Énfasis mío).

Espero que nos quede claro, que el ideal de Dios para Su iglesia no es un "paradigma" que se puede cambiar según la cultura vaya cambiando sus preferencias. Más bien, es un objetivo al que Su pueblo debiera, con humildad y obediencia, buscar alcanzar, sin importar lo que nuestra cultura diga.

Les proporciono a continuación unos enlaces donde pueden profundizar sobre los errores del pensamiento emergente, donde seguramente tratan el tema con mejor claridad y entendimiento que yo:

http://www.verdadypalabra.com/2009/08/iglesia-emergenteque-es.html

http://cristianismohistorico.org/2009/09/11/iglesiaemergente1/

Dios les bendiga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7