miércoles, 18 de septiembre de 2013

Masculinidad Bíblica: Implicaciones Prácticas del Liderazgo (Parte 5)

5. El carácter de la masculinidad bíblica


A continuación analizaremos algunos aspectos del carácter bíblico que el varón debe exhibir como cabeza del hogar. Una vez más, acudimos a Jesús como el modelo de una verdadera masculinidad:

Él [Jesús] era valiente como un león y manso como un cordero, fuerte y humilde, duro y tierno, agresivo y sensible, audaz y quebrantado de corazón. Él sienta las bases de la hombría.
Jesús sienta las bases de la hombría como León de Judá y Cordero de Dios. Tanto en sus momentos más fuertes como en los más débiles, él fue líder, proveedor y protector. 33 

El pastor Mark Driscoll rescata la misma idea cuando dice:

Ser un hombre como Jesús es ser al mismo tiempo fuerte y tierno.
Jesús fue bastante fuerte como para ir a la cruz sin derramar una lágrima y suficientemente tierno como para llorar por la muerte de su amigo. 34

Estos dos atributos (fortaleza y ternura) fueron manifestados por Jesús a lo largo de todo su ministerio. Jesús mostró fortaleza al denunciar la falsedad de los escribas y fariseos y al sacar a los vendedores del templo. Jesús también fue tierno al recibir a los niños, al tocar a los leprosos y al hablar con la mujer samaritana. 

El carácter de la verdadera masculinidad bíblica radica entonces en estos dos atributos: la fortaleza y la ternura. A continuación analizamos brevemente cada uno de estos aspectos del carácter masculino del varón.

La fortaleza

En general, la fortaleza del varón se debe manifestar al “defender a los débiles, los oprimidos, los maltratados, los menospreciados, y los pobres” 35. De manera particular, esa fortaleza se debe desplegar al defender a nuestra esposa e hijos: 

Cuando Pablo llama al esposo a ser cabeza de su esposa amando como Cristo mientras lidera, su punto más importante es: Protégela a toda costa. 36 

Varones, analicémonos a nosotros mismos. ¿Permitimos que alguien critique injustamente a nuestras esposas? ¿Somos pasivos cuando nuestra esposa o nuestros hijos están en alguna clase de peligro? ¿Cómo reaccionamos ante alguna inconveniencia producto de un accidente en el que ellos se ven involucrados? ¿Nos molestamos por haber sido sacados de nuestra comodidad? ¿O acudimos en defensa y protección de nuestra familia?

Cuando ella necesita fortaleza, hermano, ¿estás justo ahí, listo para proveerla? Cuando ella necesita aliento, ¿estás ahí para ella? ¿Su esposa se siente cuidada? ¿Sabe ella que es la niña de tus ojos? ¿Qué aparte de tu lealtad última hacia Jesucristo ella viene antes de cualquier otra persona, incluyendo tus hijos, y que alegremente harías cualquier sacrificio si fuera necesario por su mayor bienestar? 37

La fortaleza masculina también se manifiesta al trabajar de manera íntegra y esforzada para proveer para las necesidades de nuestras familias:

Debemos ser fuertes (y honorables) cuando competimos comercialmente porque lo hacemos para alimentar a nuestras familias. 38 

La fortaleza que caracteriza la masculinidad bíblica también se manifiesta al defender la verdad de las Escrituras y del Evangelio sin vacilar:

Debemos ser fuertes para defender la verdad y combatir las falsas enseñanzas y el error. 39

La ternura 

Por otro lado, la masculinidad bíblica también sabe demostrar ternura. De manera general: 

Como hombres debemos ser tiernos al consolar a los heridos, alentar a los abatidos y enseñar a los humildes… Debemos ser tiernos con aquellos a quienes su pecado los ha quebrantado, y necesitan ayuda y consejo piadoso. 40

De manera particular, esa ternura se debe manifestar en el hogar:

Debemos ser tiernos con nuestras esposas, amarlas como Cristo ama a la iglesia Con nuestros hijos, besándolos en la cabeza, diciéndoles a menudo que los amamos y proporcionándoles abundante seguridad de que verdaderamente los consideramos regalos de Dios. 41

Pienso que aquí muchos varones vacilamos. Escudados en un falso concepto de masculinidad, no manifestamos la debida ternura y amor hacia nuestra esposa y nuestros hijos. En nuestro país se piensa que un verdadero hombre no besa a sus hijos, menos si éstos son varones. También se suele decir a los niños varones: “los hombres no lloran”. La Escritura nos enseña todo lo contrario al respecto, ya que Jesús el verdadero hombre; lloró ante sus amigos y discípulos. Cuando cualquier muestra de afecto en un varón es vista como una debilidad, sabemos que estamos viviendo todo lo contrario a un verdadero carácter masculino.

La ternura del varón también involucra darle la honra debida a su esposa. El pastor Mark Driscoll nos señala tres áreas en las que la verdadera masculinidad bíblica demuestra honra a la mujer: física, emocional y verbal.

En cuanto a la honra física, podemos preguntarnos:

¿Le ha levantado alguna vez la mano amenazándola? ¿Le ha lanzado esa mirada taladradora, vidriosa, violenta, iracunda que dice: “No abuses ahora que este aún es un buen momento para que te calles”? 42

En pocas palabras:

Usted honra físicamente a su esposa si no representa peligro para ella, si la protege y es tierno con ella. 43

Con respecto a la honra emocional, tenemos el deber de reconocer las necesidades particulares de nuestra esposa:

La esposa suya necesita intimidad. Ella desea que usted la conozca y a su vez desea conocerlo. Quiere que usted sea sensible, apasionado, tierno y sincero. 44
Permíteme preguntarte algo, hermano: ¿Cuáles son las ansiedades únicas de tu esposa? ¿Sus temores particulares? ¿Sus debilidades? ¿Estás listo para tratar con estas cosas cuando sea necesario? Para ser lo más simple posible: ¿Hablas con tu esposa y la escuchas? 45

Honrar a nuestras esposas emocionalmente requiere que seamos intencionales y disciplinados en pasar tiempo con ella para hablar y conocerla:

La disciplina de la comunicación requiere que aparten tiempo regularmente para hablar – para hablar realmente, comunicando más que hechos, sentimientos. 46 
Cuando Dios une a dos personas en el matrimonio no estamos tratando más con dos unidades, dos entidades. ¡Estamos tratando con las dos mitades de uno! Así que, hermanos, cada vez que tendemos a pensar de nosotros mismos sin pensar en nuestras esposas hemos olvidamos el principio más fundamental del matrimonio. ¿Te das cuenta que tu esposa es una parte de ti?
Ya no vives una vida aislada. Lo primero y más importante debe ser considerar a esta mujer quien se ha vuelto alguien que comparte tu vida misma. Consecuentemente eso debe influir radicalmente en cómo gastas el tiempo, y con quién lo pasas. Debería influir las elecciones ocupacionales que haces. Debería influir en donde vives. A dónde vas a la iglesia. Lo que haces con tu dinero. Cómo pasas tu tiempo recreacional. ¡Esta mujer es una parte de ti! 47

Creo que estas palabras están se aplican en alguna medida a cada uno de nosotros, pero especialmente a aquellos que  piensan de sí mismos en términos independientes de su esposa, que acostumbran pasar la mayor parte de su tiempo libre con los amigos haciendo “cosas de hombres”, como practicar o contemplar algún deporte o cualquier otra actividad recreacional, a aquellos varones que básicamente les gusta tener tiempo “para ellos mismos”. Sin embargo, la verdad bíblica nos indica que: 

Debemos dedicar a nuestra esposa la misma energía, el mismo tiempo y la misma facultad creadora que nos dedicamos a nosotros mismos. 48

Un consejo práctico en cuanto esto sería el siguiente:

Aparte horas especiales en su calendario semanal para pasarlas juntos, a propósito. Sea creativo. ¡Cítela! Sorpréndala. Sea pródigo con ella. 49

Honrar a nuestra esposa emocionalmente también involucra hablar con ella abiertamente de nuestros pensamientos y emociones:

Consecuentemente, ella debe de conocer los secretos de nuestro corazón. Ella debe conocer los deseos secretos de tu alma. Tus ambiciones, tus aspiraciones, tus temores, tus inseguridades, tus ansiedades, las cosas que nunca le cuentas a nadie más. Ella deba compartirlo todo porque ella es una parte de ti. Nunca debes hacer sentir a tu esposa, querido hermano, como si no fuera nada más que una cocinera, un ama de casa, una niñera o una compañera sexual. Tu hogar nunca debe considerarse como un dormitorio al que sólo regresas para dormir. 50

Nuevamente, este aspecto se distingue de lo que culturalmente se acepta del varón, como una persona que nunca habla de sus sentimientos o que no comparte lo que le preocupa o le hace temer. Pero el Señor Jesús nos da el ejemplo de una masculinidad redimida cuando comparte con sus amigos más cercanos acerca de su sentimientos (cf. Juan 12:27).

Por último, la verdadera masculinidad sabe honrar verbalmente a la mujer:

¿Cómo le habla a su esposa?... ¿Le levanta la voz?... ¿Le hace comentarios sarcásticos? 51

Reflexionando en mis propias fallas como varón, he llegado a considerar que uno de los aspectos que más descuidamos en cuanto a honrar verbalmente a nuestras esposas, es la manera en que hablamos de ella a otras personas. El libro de Proverbios nos enseña cuál es el carácter de la honra verbal que le debemos a nuestra esposa:

Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, también su marido, y la alaba diciendo: Muchas mujeres han obrado con nobleza, pero tú las superas a todas. (Proverbios 31: 28, 29).

¿Cómo habla de su esposa a sus amigos y compañeros de trabajo? ¿Acostumbra a criticarla enfrente de familiares, amigos y de sus hijos? ¿O alaba las muestras de gracia divina que puede observar operando en ella? El pastor Kent Hughes nos recuerda que el encomio hacia nuestras esposas debería ser practicado constantemente:

El compromiso responsable de exaltar a nuestra esposa es de suma importancia. 52

Este aspecto de la ternura y la honra hacia la mujer tiene implicaciones prácticas en cómo educamos a nuestros hijos. Muchas veces justificamos que nuestros hijos jueguen y traten rudamente a sus hermanas, sólo por el hecho de ser varones. Solemos decir: “entiéndelo, es que es varón”. Nada más lejos del verdadero carácter masculino. Debemos enseñar a nuestros hijos a respetar y honrar a las mujeres, especialmente a su madre y hermanas. Hay que demostrarles el ejemplo de una adecuada ternura masculina. 

¿Muestras hacia tu esposa un tierno afecto y cuidado, hermano? Vivimos en una época donde ya no se muestra respeto hacia nadie en lo absoluto. Ya no les enseñamos a nuestros hijos a nombrar a otros adultos por su apellido. Y nos sentimos orgullosos de ello. Ya no enseñamos a nuestros hijos a abrirles la puerta a sus hermanas y a su madre. Hemos perdido todo sentido de protección masculina hacia nuestras contrapartes femeninas. 53

Por último, el varón como líder de la familia es el responsable dentro del hogar de dar el ejemplo de un carácter piadoso que va creciendo a semejanza de Cristo.  

Modele humildad, sinceridad, arrepentimiento, servicio, estudio y adoración. Su vida predica al menos tan fuertemente como sus palabras, por tanto enseñe y modele humilde piedad por la gracia de Dios. 54 

En conclusión:

Quizás usted no sea físicamente grande, fuerte o rígido, pero si es debidamente fuerte y tierno, y asume la responsabilidad por sí mismo y por los demás, entonces es un verdadero hombre de hombres, un hombre piadoso, que por gracia está siendo conformado al perfecto Dios-hombre Jesucristo. 55 

Pregunta para reflexionar: ¿Mi carácter refleja la masculinidad de Jesús, el perfecto hombre, o exhibe algún desbalance entre las expresiones adecuadas de fortaleza y ternura?

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33. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), págs. 63 y 74.

34. Mark Driscoll. Matrimonio Real. (Nashville, E.U.A: Grupo Nelson Inc.), pg. 45.

35. Ibíd., pg. 45

36. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), pg. 78.

37. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

38. Mark Driscoll. Matrimonio Real. (Nashville, E.U.A: Grupo Nelson Inc.), pg. 45.

39. Ibíd., pg. 45

40. Ibíd., pg. 45

41. Ibíd., pg. 45

42. Ibíd., pg. 50

43. Ibíd., pg. 51

44. Ibíd., pg. 52

45. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

46. Kent Hughes. Las Disciplinas de un Hombre Piadoso, pg. 45.

47. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

48. Kent Hughes. Las Disciplinas de un Hombre Piadoso, pg. 43.

49. Ibíd., pg. 46.

50. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

51. Mark Driscoll. Matrimonio Real. (Nashville, E.U.A: Grupo Nelson Inc.), pg. 54.

52. Kent Hughes. Las Disciplinas de un Hombre Piadoso, pg. 45.

53. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 4”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

54. Mark Driscoll. Matrimonio Real. (Nashville, E.U.A: Grupo Nelson Inc.), pg. 64.

55. Ibíd., pg. 48.


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Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7