martes, 24 de septiembre de 2013

Masculinidad Bíblica: Implicaciones Prácticas del Liderazgo (Parte 7)

7. La centralidad del Evangelio en todo esto


Si usted es como yo, seguramente la lectura de todo esto lo ha hecho sentir totalmente inadecuado para la tarea.  

Las primeras palabras de Efesios en cuanto a la relación conyugal son un rotundo llamado a un amor radical y abnegado… Y si se aceptan con sinceridad, el puñetazo que propina este llamado derribará a muchos hombres cristianos… ¡porque no dan la talla! 69 

Yo sinceramente admito que no doy la talla. Soy culpable de no ser responsable, de no mostrar iniciativa, mucho más de no amar a mi esposa con un amor sacrificial, exclusivo, inmerecido y embellecedor. No siempre he mostrado la debida fortaleza o ternura en el momento adecuado. He fallado en honrar a mi esposa física, emocional y verbalmente. Ni que decir de cómo he fracasado en ser consistente en cada una de las implicaciones prácticas de la protección y provisión.

Al igual que Adán, y quizás al igual que usted, he sido tentado muchas veces a echarle la culpa a mi esposa de todos mis fracasos, lo que en última instancia equivale a echarle la culpa a Dios:

Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. (Génesis 3:12).

Esto lo único que hace es confirmar nuestro pecado y nuestra falta de verdadera masculinidad. No debemos olvidar que, aunque incluso Eva tuvo participación en el primer pecado, el primero al que Dios llamó a cuentas fue al hombre, no a la mujer. Lo que significa que nosotros somos los principales responsables de la condición actual y futura de nuestro matrimonio. Este es un compromiso al que no podremos renunciar.

Los votos matrimoniales son el compromiso voluntario de amar, independientemente como uno se sienta. 70 
En la economía de Dios, el cien por ciento de la responsabilidad de sustentar un matrimonio pertenece al esposo. Ninguna falla o pecado por parte de la esposa es justificación para abandonarla. Pablo es explícito: “Esposos, amen a sus esposas así como Cristo amó a la Iglesia y se dio a sí mismo por ella para santificarla. Para presentársela como una iglesia radiante sin mancha o arruga. De la misma manera los esposos deben amar a sus esposas”. Esta instrucción no admite condición alguna por la cual un esposo pueda dejar a su esposa. Cristo no abandonará a Su Iglesia, sin importar cuánto ella falle. Un esposo no puede obligar a su esposa a recibir su amor o a reciprocarlo, con todo es su deber amarla. 71

Todo esto puede ser demasiado abrumador para alguien tan imperfecto como yo, pero Dios no me está llamado a vivir la vida cristiana y la masculinidad bíblica en mis propias fuerzas sino por medio de la fe en Cristo.

Si esto parece nuevo y abrumador, anímese porque Cristo no lo llama a hacer aquello que él no lo faculte a hacer.
Los esposos son llamados a hacer cosas muy difíciles. El liderazgo no es fácil. Eso es parte de lo que significa ser cristiano: “Tome su cruz y sígame”. Pero cada mandamiento viene con una promesa… Por lo tanto, anímese. El liderazgo es difícil, pero usted es un hombre. Si su padre nunca le enseñó cómo liderar, su Padre celestial lo hará. 72

La Palabra de Dios nos enseña:

Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina. (2 Pedro 1:3-4)

Dios en Jesucristo no has dado todo lo que necesitamos para vivir una verdadera masculinidad que le glorifique. Esto inevitablemente nos conduce a la centralidad del Evangelio para vivir cualquier aspecto de la vida cristiana:

Se necesitan los fundamentos del evangelio antes de que estas cosas puedan brillar con la belleza que realmente tienen. 73

La centralidad del Evangelio significa que para vivir la vida cristiana, debemos poner nuestra mirada en Jesucristo, quien no sólo con Su vida nos dio el mayor ejemplo, sino que con Su muerte y resurrección pagó nuestras deudas y compró la gracia que necesitamos para salir adelante. El liderazgo, debe seguir el modelo de vida establecido por Jesús. Para comprender el verdadero significado del liderazgo, debemos oír a Jesús y debemos observar a Jesús, de quien además recibiremos la fortaleza para llevar a cabo nuestro deber.

El amor según el Apóstol Pablo se imita. Se aprende no leyendo un manual, sino observando a una persona. Se aprende mirando a Jesucristo. 74
¿Cómo hacemos esto, hermanos? ¿Cómo lo hacemos? Aprendemos a hacerlo traficando en la atmósfera de la Cruz. Lo hacemos sumergiéndonos en la contemplación de las glorias de la Cruz… Este tipo particular de amor, por diseño es imitado. Es aprendido al observar a una persona. Se aprende mirando a Jesucristo.
Si eres un esposo cristiano esta mañana, seguro quieres amar a tu esposa de esta manera, ¿no es verdad? Incluso podríamos decir: “¡Daría mi vida para amar de esta manera!” La gentil respuesta de Jesús para nosotros es: “¡Yo lo hice!” El demostró hacia nosotros el amor de un esposo por una esposa. El entregó todo por Su eternamente amada novia la Iglesia. Y la manera en que hacemos lo mismo, queridos hermanos, es observándole. ¡Es fijando nuestra mirada en esa Cruz!
Permítame alentarle a que justo en el momento que se sienta presionado hasta el límite, y esté listo para decir “es suficiente”, recuerde el modelo. Recuerde el gran romance y al más grande de todos los amantes. Medite en la Cruz y recuérdese a sí mismo la enormidad de su amor sacrificial definido a la luz del valor de esta Persona y de la naturaleza de Sus sufrimientos. 75

La centralidad del Evangelio para vivir la masculinidad bíblica nos dice que el primer paso que hay que dar es el arrepentimiento. Reconozca su pecado, debilidad e incapacidad, sin transferir la mínima culpa a nadie más. Pídale perdón a Dios. Pídale también perdón a su esposa y a sus hijos por todo aquello que debiera ser y no es. Si es posible sea específico.

Pida ayuda. Empiece preguntando a su esposa sobre la clase de liderazgo que usted está ejerciendo:

Sin defenderse por cualquier deficiencia, empiece a preguntarle a su esposa cómo está usted haciendo su papel en cuanto a amar y guiar, y qué puede hacer para mejorar su participación en éstas áreas. 76 

Si sus hijos tienen la edad suficiente, también puede preguntarles a ellos. Permita que su esposa y sus hijos lean este material. Busque ayuda de algún hermano maduro de su congregación. Seguramente podrá acudir a los ancianos o pastores de su iglesia.

Nuestro llamado es el siguiente:

Esposos, ¡que vuestro liderazgo estropeado sea redimido siguiendo el modelo de la intención de Dios para Cristo! 77

Anímese, si todo esto lo hace sentirse apenado, humillado y quebrantado, déjeme recordarle que según la Biblia, usted se encuentra en el mejor lugar para empezar a caminar por fe y recibir la ayuda de Dios (Salmo 51:17; Isaías 66:2; Mateo 5:3-6). Sobre todas las cosas, no se rinda, prosiga al blanco, corra la carrera que tiene por delante puestos los ojos en Jesús. No se rinda.

¿Se da cuenta lo que esto significa, hermanos? Significa que uno de los enemigos contra los que constantemente luchará, es la tentación a la pasividad… Algunas veces, queridos hermanos, el problema que somos rápidos en definir como una falta de sumisión en la mujer, es en realidad un reflejo de nuestro propio fracaso de dirigir. No el fracaso en dirigir, sino el fracaso de no dirigir. Y de los dos, el último es un fracaso infinitamente más grande. 78

Sobre todas las cosas, no se rinda.

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69. Kent Hughes. Las Disciplinas de un Hombre Piadoso, pg. 38.

70. Ibíd., pg. 43.

71. Arturo Azurdia. “Wives: The Response Of The Church – Part 2”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

72. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), pg. 80.

73. Ibíd., pg. 64.

74. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 1”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

75. Arturo Azurdia. “Husbands: The Romance Of Jesus Christ – Part 2”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com

76. Mark Driscoll. Matrimonio Real. (Nashville, E.U.A: Grupo Nelson Inc.), pg. 65.

77. John Piper. Pacto matrimonial: Perspectiva temporal y eterna (Wheaton, E.U.A: Tyndale Español), pg. 70.

78. Arturo Azurdia. “Wives: The Response Of The Church – Part 3”. Sermón de la serie “The Holy Responsibility Of The Christian Family”. Descargable en spiritempoweredpreaching.com


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