martes, 11 de mayo de 2010

Jesús es el hombre que venció toda tentación (Parte - 3)

LA SEGUNDA TENTACIÓN – PONER A PRUEBA LA FIDELIDAD DE DIOS (MATEO 4:2-4)

Satanás no pudo hacer que Jesús desconfiara o dudara de la veracidad de la Palabra de Dios. Intentó utilizar el momentáneo padecimiento de hambre de nuestro Señor para procurar que Cristo se olvidara del Padre, y se procurara por sí mismo su alimento. Al ver que no lo logró, ahora intenta hacer que Jesús pruebe a Dios, para ver si es verdaderamente fiel, como decía creer.

Y observemos su estrategia: primero lleva a Jesús a la parte más alta del templo en Jerusalén, y le cita un texto de la Biblia. La especialidad del diablo es distorsionar la Palabra de Dios, cambiar lo que Dios ha dicho a tal grado que entendamos exactamente lo opuesto a lo que en realidad Dios ha declarado.

Fue exactamente lo mismo que hizo en el jardín del Edén: cambiar, distorsionar la Palabra de Dios: “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis del todo árbol del huerto?”

En la primera tentación, se intenta poner en duda la Palabra de Dios, buscando olvidarse de Él y procurarse por uno mismo lo necesario para nuestra situación. En esta tentación, se busca desconfiar en la Palabra de Dios, reclamándole a Dios que nos de una prueba de que va a cumplir lo que nos ha dicho. Satanás incita también a obtener un falsa confianza, pensando que Dios nos debe dar algo que no ha dicho que nos daría.

¿Y cómo respondió Jesús a esta tentación? “Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios” (v. 7). Jesús en este momento está citando Dt. 6:16, completo dice: “No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentaste en Masah”. De allí sigamos la referencia al episodio en Masah en Éxodo 17:1-7

1 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. 5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?




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Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios. Hebreos 6:7